Recientemente he tenido un cambio en mi trabajo, y después de casi cinco años vuelvo a tener fines de semana y festivos como el resto de los mortales! (Tiri-tiri-tiri) y claro, he vuelto a retomar ciertas recetas de esas que digo yo de «findesemana» porque el tupper o el «día siguiente» hace que pierdan mucho. Y la paella, bueno, el arroz con pollo (que no quiero herir sensibilidades en la Comunidad Valenciana) es una de estas.

La receta es un mix de ideas que he ido cogiendo de un lado y de otro y adaptándola a nuestro gusto. Es un arroz muy limpio, sin muchos tropezones, por lo que los niños también se lo comen de maravilla.

Como muchas cocinas de ahora, tengo vitrocerámica, lo que es bastante inútil para hacer arroces en paellera, así que me animé a probar una Paellera eléctrica  que mi madre me regaló cuando me independicé  y que vaaale, no tiene punto de comparación con una paellera tradicional con su fuego, pero es muy cómoda para sacar de un apuro y hacer un arrocito para la familia un domingo; así que por favor, open mind! Y ahora vamos allá!

INGREDIENTES (4 personas):

– 1/2 pollo en trozos.

– 400gr. de arroz.

– 1 y 1/2 l. de caldo (yo usé caldo que me había sobrado de cocido, aunque también podéis hacer un caldo rápido con un par de pastillas de avecrem).

– 1/2 pimiento verde.

– 1/2 pimiento rojo.

– Una cebolla mediana.

– 4 dientes de ajo.

– Un tomate maduro (o 3 cucharadas de tomate triturado).

– Una hoja de laurel.

– Vino blanco.

– Sal y pimienta.

– Hebras de azafrán (o colorante).

PREPARACIÓN:

1- Ponemos la paellera a fuego medio (en mi caso de 5 números, lo he puesto en el 3, pero cada paellera supongo que será diferente como cada cocina, así que es cuestión de ir cogiendo el truquillo) y echamos un buen chorreón de aceite de oliva, el pollo salpimentado, dos dientes de ajo sin pelar y la hoja de laurel). Dejamos que se selle para que quede doradito y reservamos.

2- En el mismo aceite (si es necesario añadir un poco más) echamos la cebolla, los otros dos dientes de ajo, el pimiento rojo y el pimiento verde todo muy picadito y dejamos pochar. Cuando esté la cebolla transparente y blandita, añadimos el tomate pelado, sin semillas y cortado en daditos (o las tres cucharadas de tomate triturado), las hebras de azafrán (si nos decantamos por el colorante, prefiero añadirlo con el arroz) y una pizca de sal y rehogamos nuevamente.  Al cabo de 3 minutos más o menos, añadimos un buen chorreón de vino blanco y dejamos reducir.

3- Agregamos el pollo que hemos reservado con la hoja de laurel (los ajos enteros, ya podemos desecharlos) y rehogamos un poquito para que el pollo se empape del sabor del sofrito, sumando luego el arroz y la sal, para dar un par de vueltas a todo.

4- Añadimos el caldo (que tiene que estar caliente) y a dejar que cueza, primero unos 5 minutos a fuego fuerte, y unos 18-20 minutos a fuego bajo para que haga «chup-chup». Recordad que no se debe remover para que el arroz quede suelto. Cuando esté listo, apagamos la paellera y tapamos con un trapo limpio (si vemos que el arroz ha quedado algo entero, humedecemos el trapo), dejamos reposar 5 minutos y listo para disfrutar!.