Desde que nació Nacho tenía claro que quería que los peques compartieran habitación por lo menos unos años; el problema por un lado el espacio, ya que al poner dos camas en la habitación no quedaba mucho espacio para jugar, y por otro, el poder encontrar algo que permitiera que el mayor pudiera tener su lugar de estudio y que los juguetes de cada uno pudieran estar más o menos separados ya que al llevarse 6 años de diferencia hay muchos juguetes (por ejemplo los «LEGOS») que el peque aún no «puede» usar, y todo ello en una habitación que se podría decir de tamaño normal para los pisos actuales. Seguir leyendo Compartir habitación: literas abatibles